lunes, 2 de octubre de 2017

SEGOVIA, ITINERARIO SENTIMENTAL. JULIAN MARÍA OTERO.CURIOSIDADES LITERARIAS


Nacido en Segovia, fue más por obligación que por devoción hombre de leyes, llegando a ser delegado de Hacienda en nuestra ciudad, pero este íntimo amigo de Antonio Machado nunca perdió su interés por el periodismo y la literatura.

Dice Carlos Alvaro, redactor de El norte de Castilla que 'Segovia. Itinerario sentimental' es un libro delicioso. El autor narra la historia de la ciudad y sus sucesos más asombrosos a través de un paseo por la misma en una noche de luna llena. Él mismo hace de guía con dos amigos que llegan de Madrid en el último tren. Salieron dos mil ejemplares, pero la obra se ha reeditado en varias ocasiones, la última en el 2002.

Me costó bastante hacerme en una "librería de viejo" con un ejemplar -gracias, amigo Augusto-, de esta obrilla en la que el autor , en primera persona, nos dice que va a hacer de guía esa noche para dos viajeros que llegan en tren. Es tarde, la hora de cenar, así que en la fonda de la Estación reponen fuerzas para comenzar el viaje de descubierta por la ciudad. Conduce, bien entrada la noche, a sus invitados por la Puerta de Madrid, para acceder a la ciudad, al tiempo que les cuenta algunos sucesos truculentos sucedidos en la ciudad; las muertes en extrañas circunstancias en la Casa del Crimen de san Millán, el robo del Cáliz de la iglesia del mismo barrio y se  recrea en los monumentos que abundan en la ciudad.

Nos recuerda, de camino al barrio de san Andrés, la ubicación del Hospital de Sancti Spiritu, el de los "resfriados" por servir para curar a los trabajadores de las antiguas pañerías junto al río Clamores.

El paseo sigue por el arco del Socorro , puerta principal de la ciudad y acceso al antiguo barrio judío  y desde la Canonjía Vieja, actual jardín de Fromkes, llegan a asomarse al río, desde donde atisban las construcciones del Real Ingenio de Felipe II. Se acercan al Alcázar; por el camino repasa su historia, menciona a los capitanes Daoiz y Velarde, héroes del dos de mayo, inmortalizados en la estatua conmemorativa. Se asoman a la ribera del Eresma y contemplan La vera Cruz, el Santuario de la Fuencisla y el convento de los carmelitas, donde reposan los restos de san Juan de la Cruz. De camino hacia la plaza mayor relata la historia de la proclamación  de Isabel la Católica como reina de Castilla. La Dama de las catedrales, el ayuntamiento, la Plaza de San Martín,les llevan hasta el Azoguejo  donde  aparece majestuoso el Acueducto mientras amanece.

Además, mi edición incluye un interesante apéndice en el que nos hablan de los intentos por despertar a Segovia de ese letargo del que a duras penas ha salido. Fotografías antiguas de los Juegos Florales y otros recuerdos románticos completan esta joya de la literatura segoviana